viernes, 26 de octubre de 2012

Un mese nella "eterna città"


¡Hola gente! ¿Cómo va eso por ahí? ¿Todavía seguimos con los recortes? Por lo que estoy viendo en mi beca, me da la ligeeera impresión de que así es, lo que no entiendo es por qué en el escudo de España siguen apareciendo las dos columnas de plata en lugar de dos tijeras, digo yo que nos identificarían mucho más, ¿no? jajajaja. Bueno, pues a lo que íbamos, aquí me tienes de nuevo veintiún días después contando para vosotros mis aventuras en esta ciudad tan bonita. Así que...¡There we go!


3,2,1 y....

¡Comenzamos!

La semana siguiente de mi última actualización no fue gran cosa, toda la semana corriendo, buscando las clases, los profesores, las asignaturas que finalmente iba a cursar... así que tampoco tuve tiempo de mucho.  El fin de semana fue cuando pude desconectar un poco de esa "rutina" (si es que se puede llamar así jiji) ya que hicimos una excursión a Pompeya y Nápoles. Imagino que os preguntareis...¿Has ido a visitar Pompeya y Nápoles antes que Roma que es la ciudad donde vives? ¡Sí, exactamente eso! Jajajaja. Pero no es porque prefiera ver otras ciudades antes que Roma, sino que esas excursiones tan sólo se hacen una vez mientras que Roma tengo nueve meses por delante para descubrirla y puedo ir siempre que quiera, pero bueno, no adelantemos acontecimientos que al final me desvío del tema como siempre, sigo con la historia:

Fue el domingo 14 de este mes. Aquel día nos levantamos a las cinco de la mañana para poder llegar con tiempo de sobra a Términi que es donde nos esperaban los chicos de la asociación con la que viajamos y el resto del grupo.

Salimos de Roma directamente hacia Pompeya y allí estuvimos unas tres horas. La verdad es que resulta muy impactante poder pasear por las calles de esa ciudad fantasmal y ser por un momento parte de la Historia, sentir la aflicción de una sociedad entera convertida en ceniza a causa de una erupción tan fuerte como fue la del Vesubio.

La cuidad se conserva bastante bien, la zona Este quizás sea la más afectada por su mayor cercanía al volcán, pero aún así se puede identificar perfectamente cada parte e incluso aún se pueden leer inscripciones en las fachadas de las casas.

Aquí os dejo algunas fotos para que lo veáis vosotros mismos: 


POMPEYA

El Vesubio visto desde Pompeya


Anfiteatro


Fachada de una de las casas

Calle de Pompeya


TABERNA DI IVNI PROCVLI


Lavadero


La casa Nº 22


Centro de una casa

centro de la ciudad

 Uno de los cuerpos carbonizados junto a restos materiales 


La pizza Margarita que comimos en Pompeya


Después de ver Pompeya y almorzar allí la pizza que os he mostrado en la imagen de arriba, nos fuimos a Nápoles que está muy cerca, por lo que las vistas del Vesubio se pueden ver desde cualquiera de las dos ciudades. Nápoles es una ciudad muy bonita, llena de castillos, museos y palacios. Es cierto que tiene muy mala fama por la mafia napolitana y que, según se cuenta, a partir de las siete de la tarde ya no se puede estar en la calle por el peligro, pero realmente... es como todas las ciudades, tiene sus zonas más conflictivas y las menos, un día a las ocho de la tarde en el centro histórico por ejemplo es muy bonito y no hay peligro alguno.  

NÁPOLES


Castello Nuovo di Napoli

Centro histórico


Puerto


El Vesubio visto desde Nápoles


Aquí nació la pizza Margarita



Llegamos a casa a las doce de la noche después de no haber dormido nada la noche anterior y tirarnos toodo el día andando, pero la experiencia mereció la pena. Ya os podéis imaginar a la hora que me levanté al día siguiente.............................................................(sí mamá, a las dos de la tarde ¡que sé que lo estás pensando!) jajajaja. ¡Recuperé horas de sueño por partida doble!

La semana siguiente continué con las clases, pero esta vez a mis horas de sufrimiento se sumó mi amigo Jose. Él es un chico que conocí en primero de carrera en Málaga ya que estaba en mi clase y desde entonces ha sido de los mejores amigos que he tenido durante la carrera y, por suerte, ahora también en Roma. Pues bien, un día después de clase, nos dio por aventurarnos a ir a comprar al Ikea; ya empezaba a hacer frío por las noches por lo que necesitaba un nórdico urgentemente y un paraguas, así que Jose me acompañó para enseñarme cómo ir y de paso comprar algunas cosas para él.

Conseguimos llegar al Ikea sin problemas. Una vez dentro, como todos los Ikea son iguales, decidimos meternos por el almacén e ir directamente a por lo que necesitábamos sin tener que tragarnos toda la exposición. Esa era nuestra idea, pero ya sabéis eso que dicen de que entre la realidad y la ficción hay un gran paso... pues bien, conseguimos entrar por los almacenes y en un momento teníamos todo lo que necesitábamos excepto el paraguas. Tras dar un par de vueltas sin encontrarlo, preguntamos a varios empleados y ¿A que no sabéis dónde nos mandaron? Exacto, a tragarnos toda la exposición puesto que los paraguas estaban justo al principio y nosotros estábamos al final del almacén. Imaginaos la escena: la gente paseando tranquilamente por la exposición, obviamente sin nada en las manos, y nosotros no sólo íbamos en dirección contraria a todo el mundo sino que Papá Noel cargado de regalos, un trineo, dos renos y ochenta ballenas no tenía nada que hacer a nuestro lado (Jose, el año que viene nos encargamos tú y yo de  los regalos de Navidad de los niños del todo el mundo, pero eso sí, empezamos desde la Atlántida y acabamos en Groenlandia). Al final, no conseguimos los paraguas, es más, de eso hace casi tres semanas y como caiga un tormentón, me van a salir aletas y branquias. 

La vuelta, para no perder la costumbre, volví a perderme. Dicen que para perder tus miedos tienes que enfrentarte a ellos, ¿no? Pues a mí antes me daba hasta temblores de perderme sola y ahora ya que le he cogido el truquillo, hasta me siento rara si paso más de dos semanas sin perderme. 

Jose iba en dirección contraría a la mía así que él cogió el bus que le correspondía y se fue. Yo me quedé esperando al mío que supuestamente no iba a tardar más de diez minutos en llegar y cuarenta y cinco minutos después allí seguía yo. Me di cuenta de que mi bus no iba a llegar, por lo que no me quedó más remedio que coger el 500 que era el único que pasaba por allí. Antes de montarme le pregunté al conductor que si sería una buena idea coger ese bus para llegar hasta el Campusx a lo que el otro me respondió que sí, que me dejaba un poco lejos pero que podía llegar sin problemas. ¿¿¿¿UN POCO???? La Conchinchina me pillaba más cerca que dónde me dejó él. Me dejó en mitad de un polígono a las nueve de la noche en medio de la nada, con unos cuantos grandes edificios a lo lejos. Por allí no pasaba ni un alma, es más llegué a sospechar que la serie The Walking Dead se rodó allí porque no había absolutamente nadie para preguntarle por algún lugar. Al final, cargada de bolsas, empecé a seguir uno de los autobuses que sabía que llegaba hasta la puerta de mi facultad hasta ver unas indicaciones que, efectivamente, marcaban que por allí estaba la Facultad de Filosofie e Lettere. Por fín, después de una hora andando, conseguí llegar y ya desde ahí sí que sabía ir hasta el Campusx. Si tenéis alguna duda sobre cómo perdeos, preguntadme, que yo ya tengo mi título de experta. 

A la noche siguiente mis amigos los franceses nos invitaron a pasarnos por su piso para probar los auténticos crêpes y champán francés. Y como una imagen vale más que mil palabras...



Crêpe de Nutella

 Crêpe de mermelada de albaricoque (abricot)



El domingo de esa misma semana fuimos a ver el barrio de Trastevere (¡Síi, por fín salí a ver Roma y su famoso Coliseo!). Caminamos durante toda la tarde (ya os comenté el tema de las grandes distancias aquí) y  vimos bastantes cosas, la mayoría de ellas desconocidas para la gente que no conoce Roma, pero es todo precioso. Roma no es sólo el Coliseo, la Fontana di Trevi, el Pantheon y el Vaticano, es cada una de las calles que la componen, es una ciudad increíble puesto que mezcla la cultura romana con todas las épocas, Historia y contemporaneidad conviven en un mismo lugar. Aún así, ya os digo que no he visto nada, los fines de semana quiero dedicarlos a ver Roma y descubrir cada uno de sus rincones. 


Coliseo


Coliseo y carruajes de caballos

 Circo Máximo


Boca de la verdad


Foro Boario


Isla Tiberina


Farfalle (mariposas)


Santa María in Trastevere


Basílica de Santa María por dentro



Esta semana he tenido la ocasión de degustar el vino y una tarta portuguesa, la verdad es que ambas cosas estaban muy buenas. La tarta era una especie de pastel esponjoso con mermelada de frambuesas y almendras y el vino es dulce, una especie a los chatos jiennenses de la feria.

En cuanto al grupo de amigos, hay gran variedad de nacionalidades: noruegos, franceses, porgueses, italianos, palestinos, brasileños y sólo tres españoles, lo cual está muy bien porque así puedo practicar los dos idiomas a la vez, inglés e italiano.

Os adelanto que mañana voy al festival del Eurochocolate en Perugia y el domingo a ver los museos del Vaticano puesto que el último domingo de cada mes es gratis entrar, pero eso ya os lo contaré en la próxima actualización. Hoy finalizo aquí no sin antes felicitar a mi madre que cumplió años recientemente y yo no pude estar ahí para celebrarlo.

Por último aquí os dejo mi prometida sección de cada actualización. ¡Hasta aquí mis aventuras de hoy! Espero que os hayáis divertido :)

Un baciooooo grandeee :D

Lydia

BENVENUTI A FRIKITALIA

- En la anterior entrada dije que en Anagnina (centro de buses urbanos y periurbanos) había un mercadillo puesto todos los días. Aquí lo tenéis, aunque la calidad no sea muy buena: 


- Justo al lado de Anagnina, vamos en el centro de la ciudad, nos podemos encontrar con esta escena: 


Sí, eso mismo es ¡¡¡Un rebajo de ovejas en mitad de la ciudad!!!jajajaja. 

- La pasta que no es fresca se pone mala, no me expliquéis cómo pero tenía abierto desde hace casi un mes una bolsa de tortellini y cuando la miré los tortellini tenían más moho que carne por dentro. 

-Geocaching. Esto no es típico de Italia ni mucho menos pero me pareció interesante y me gustaría compartirlo con vosotros. Es un juego internacional que trata de ir escondiendo cajas a lo largo de todo el mundo y el resto de la gente que juega, a través de una coordenadas, trata de encontrar las cajas. Cuando las encuentra firma en un papel con su nombre y la fecha, saca el juguete o lo que haya dentro y mete otro diferente. Así miles de objetos viajan cada día a lo largo del mundo. El día que fuimos a ver Trastevere, uno de los chicos portugueses nos lo contó y encontramos tres cajitas. ¡Este chico tiene un llavero que viene de California y ha recorrido más de 10.000 millas! Aquí os dejo un vídeo ilustrativo por si os interesa (está en inglés pero las imágenes son muy explicativas): 


-Y por último, la foto de un escaparate de pizza al taglio como se dice aquí o lo que es lo mismo, pizza al corte, es decir, que tu eliges cómo quieres que sea tu trozo de grande: 





¡¡Hasta la próxima!! :) 

1 comentario:

  1. Jajajaja ¡Deberías comprarte un buen GPS! Me parto con tus locuras por allí, ¡y qué guay tener un grupo tan multicultural! Aquí en Houston también conozco a gente de muchas culturas y orígenes diferentes, y eso mola mucho.
    También me ha hecho mucha gracia la foto de la pizza jaja Ha sido en plan: esto es el anfiteatro, esto otro es una casa histórica, esto otro un monumento, y esto... ¡la pizza! yummy! jajaja Y lo del rebaño de ovejas ya ni te cuento xD
    Sigue escribiendo que me gusta leer todas esas locuras. ¡Un beso!

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